miércoles, 2 de abril de 2014

El autismo, para Mi

Hoy es día 2 de Abril el día mundial de concienciación del autismo. Y para tal fin creo que lo mejor es narrar lo que es el autismo, para mi.

La presencia del autismo en mi vida la cambió, la trasformó y la sigue transformando en muchos niveles, siempre para mejor.

Para mi el autismo son sonrisas, mimos, besitos sonoros o sin sonido, es una mano que te guía hacia lo que quiere o necesita, es un abrazo sin pedirlo, un acercamiento sin esperarlo o una conexión de miradas juguetonas. 

Es una risa incontenible ante situaciones sencillas. Es una mirada hacia algo que nunca te habías parado a mirar, pero que puede resultar fascinante. El autismo para mi también es comunicar, dejar claro cuando se está mal, no se quiere algo y se prefiere otra cosa, aunque como a todos, cuesta expresarlo de la forma correcta y sin herir a nadie.

El autismo para mi es jugar, es reirse hasta toser, es que no te importen las miradas y perder la vergüenza. Es ser capaz de bailar en la calle por sacar una sonrisa, cantar una y mil veces una canción porque sabes que le gusta, es tener agujetas por hacerle volar, ir de excursión al campo y descubrir juntos lugares nuevos. Es descubrir que hay silencios necesarios, y algunos dicen más que todas las palabras del diccionario. 

Para mi el autismo es un ingrediente que ha enriquecido mi vida, no creo que haya otro ingrediente igual de sabroso que ese. Incluir a personas con autismo en mi vida me ha hecho simplificar muchas cosas, que antes yo misma complicaba, me ha hecho valorar pequeñas cosas que antes ignoraba. Ha trasformado mi vida en una historia con momentos memorables. 

Gracias a TODOS mis chicos/as por compartir conmigo sus vidas, y a las personas que me incluyeron en este mundo.


“Todos somos genios, pero si juzgas a un pez por su capacidad por subir a un árbol vivirá toda su vida creyendo que es estúpido” A. Einstein

miércoles, 12 de marzo de 2014

Violencia de género en la actualidad

En el mes de enero de este año se dieron 6 casos de muerte por violencia de género en nuestro país. Esta cifra resulta muy alarmante, teniendo en cuenta que parece ser un tema que vamos superando y del que cada vez se va hablando menos. Lo peligroso, que ya no nos afecta ver estos casos en las noticias, nos hemos habituado a ellos, a menos de que tengan alguna característica fuera de lo normal. 

Quiero reflexionar sobre qué lleva a manifestar este tipo de violencia, y cómo aunque no lo creamos sigue instaurada en las generaciones más jóvenes por lo que tenemos trabajo por hacer.

Según wikipedia, La violencia de género es un tipo de violencia física o psicológica ejercida contra cualquier persona sobre la base de su sexo o género que impacta de manera negativa su identidad y bienestar social, físico y/o psicológico.

No voy a entrar en la violencia que las mujeres ejercen sobre los hombres, puesto que la violencia no debe ser la manera de actuar bajo ningún concepto, y por lo tanto considero que ésta se debe denunciar y debe tener consecuencias legales aunque por los motivos de la misma no se la considere violencia de género. 

Desde mi punto de vista, como psicóloga que trabajo con jóvenes, los roles de género machistas siguen a la orden del día. Si bien es cierto que las mujeres presentan una aparente libertad, seguridad en si mismas... Lo cierto es que seguimos moviéndonos en una sociedad que nos inculca ciertos valores, o mejor dicho, raseros por los que medir nuestros éxitos o fracasos como mujeres, que por lo general se contraponen con otras metas que también se nos imponen. Actualmente debemos ser válidas a nivel académico y profesional pero también válidas a nivel familiar, físico... es decir nuestras metas para considerarnos mujeres 10 se han multiplicado, lo que en muchas ocasiones puede mermar nuestra autoestima, y hace más fácil que seamos víctimas de malos tratos.

A lo que iba, se sigue viendo como en ciertas relaciones establecen como correctos roles aprendidos de nuestros padres, roles de poder. "Si yo trabajo más horas que tú, la casa debería estar perfecta". "Soy tu pareja y tengo derecho a mirar tus redes sociales y tu móvil para ver con quién hablas". "Puedo controlar tus horarios y decirte a qué hora deberías llegar a casa". "Controlo tu peso y lo que comes, por tu bien". "Esa ropa no me gusta, cámbiate porque sino me voy a sentir mal cuando te miren". "Haces que me enfade, es culpa tuya, yo estaba tranquilo". " Si me quieres y sabes que esa amiga no me cae bien, deberías dejar de verla"...

Estos son ejemplos de frases que aunque algunas no lo parezca, se dan en parejas de entre 20 y 30 años. No sabemos cómo debe ser una relación sana, y sobre todo no conocemos los síntomas de alarma, de que sobre la mujer se está empezando a ejercer un poder machista que puede derivar en violencia de género. 

Son situaciones complicadas, porque se sienten muchas emociones hacia la otra persona que poco a poco con su actitud va haciendo que tu personalidad se desmorone. Todas podemos ser víctimas de violencia de género, porque ésta no empieza directamente con una paliza, sino que cuando esa paliza llega tu círculo de apoyo, tu personalidad y tu fuerza ya estarán muy mermadas como para ver la salida.

Por eso es importante saber que hay varios signos a tener en cuenta si consideras que estás siendo maltratada, o si simplemente comienzas a no conocerte, a dudar de ti misma...
- Te hace sentir inferior, tonta o inútil...
- Critica o descalifica a tu familia, amigos...
- Controla tu dinero, tu forma de vestir, tu tiempo...
- Te ignora o castiga
- Te grita, insulta cuando se enfada...
-...

Hay varios síntomas más, los puedes ver en la página del Gobierno de España, en el Ministerio de Sanidad y Servicios sociales. En el Instituto de la mujer y en la Aplicación para smartphones Libres, hay salida.

Esta aplicación te ofrece toda la información necesaria sobre primeros signos de maltrato, herramientas para autoprotegerte, testimonios... Una aplicación muy completa y altamente recomendable. 

Teléfono de atención a las víctimas de violencia de género: 016

lunes, 24 de junio de 2013

Yo soy yo, y soy estupend@

Para finalizar el ciclo de asertividad y autoestima, un buen empujón, porque cada uno de nosotr@s es estupendo en muchas cosas. 

En todo el mundo, no hay nadie exactamente como yo. 

Hay algunas personas que tienen algunas partes en que se parecen a mí, pero nadie es idéntico a mí.

Por lo tanto, todo lo que sale de mí es auténticamente mío, porque yo sol@ lo elegí.

Todo lo mío me pertenece: mi cuerpo, incluyendo todo lo que éste hace; mi mente, incluyendo todos sus pensamientos e ideas; mis ojos, incluyendo las imágenes que perciben; mis sentimientos, cualesquiera que estos puedan ser (coraje, alegría, frustración, amor, desilusión, excitación...); mi boca y todas las palabras que salgan de ella (agradables, dulces, bruscas, justas o injustas); mi voz fuerte o suave; y todos mis comportamientos sean para otro o para mí mism@.

Me pertenecen mis fantasías, mis sueños, mis esperanzas, mis temores. 

Me pertenecen todos mis triunfos y éxitos, todos mis fracasos y errores.

Porque todo lo mío me pertenece puedo llegar a familiarizarme íntimamente conmigo mism@.

Y al hacer esto puedo amarme y aceptarme, y aceptar todas las partes de mi cuerpo. Entonces puedo hacer posible que todo lo que me pertenece, trabaje para lograr lo mejor para mí.

Sé que hay aspectos de mí mism@ que me confunden y otros que no conozco. 

Pero mientras me conozca y me ame, puedo buscar valerosamente yo con esperanza la solución a mis confusiones y la forma de conocerme más.

La forma como luzca, como suene para l@s demás, lo que diga o haga, lo que piense o sienta en un momento determinado, soy yo. 

Esto es auténtico y representa dónde estoy en ese momento.

Cuando más adelante analice cómo lucía y sonaba, lo que dije e hice, y cómo pensé, sentí, algo parecerá no encajar. 

Puedo descartar lo que parece no encajar y conservar lo que sí encajó, e idear algo para reemplazar lo que descarté.

Puedo ver, oír, sentir, pensar, hablar y actuar.

Tengo los instrumentos para sobrevivir, y para acercarme a los demás, para ser productiv@ y para hacer cosas con sentido. Para escoger y desechar del mundo las personas o cosas agradables o desagradables para mí. 

Me pertenezco y por lo tanto puedo manejarme. 

Yo soy yo y estoy bien.


(extraído de la guía educativa para promover la salud. Gobierno de Navarra, instituto de salud pública). Compartido por Franches Berenguer. Instituto de sexología Al-Ándalus http://www.sexalandalus.org/

lunes, 27 de mayo de 2013

Tu eres el resultado de tí mism@

La semana pasada veíamos a grandes rasgos en qué consiste ser una persona asertiva, y cómo el serlo ayudaba a respetarnos a nosotros mismos y a los demás.
Para respetarnos tenemos que querernos, tenemos que tener autoestima. Esto es algo dificil de conseguir, tener una buena autoestima parece una meta difícil de lograr. Para conseguirla debemos valorarnos, pero eso es imposible si no nos damos tiempo de conocernos y de aceptarnos.

Hoy toca reflexión, puesto que somos el resultado de nosotros mismos, debemos aceptarnos para cambiar lo que no nos guste y valorar lo que somos.


No culpes a nadie, nunca te quejes de nadie ni de nada,
porque fundamentalmente tú has hecho lo que querías con tu vida.

Acepta la dificultad de edificarte a ti mism@
y el valor de cuidarte del fracaso
para volver a empezar corrigiéndote.
El triunfo de la verdadera persona, surge de las cenizas del error.

Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte,
enfréntalas con valor y acéptalas
de una manera u otra son el resultado de tus actos,
y prueba que tú has de ganar.

No te amargues de tu propio fracaso, ni se lo cargues a otr@
acéptate ahora o seguirás justificándote como a un/a niñ@.
Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar,
y que ninguno es tan terrible para claudicar.

No olvides que la causa de tu presente es tu pasado,
así como la causa de tu futuro es tu presente.

Aprende de l@s fuertes, de l@s audaces,
de quienes no aceptan situaciones,
de quienes vivieron a pesar de todo,
piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo,
y tus problemas sin alimentarlos morirán.

Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande
que el más grande de los obstáculos
es el mirarte en el espejo de ti  mism@
Comienza a ser sincer@ contigo, reconociéndote a ti mism@
y serás libre y fuerte
y dejarás e ser un títere de las circunstancias,
porque ti mism@ eres tu destino,
y nadie puede sustituirte en la construcción de tu destino.

Levántate y mira el sol por las mañanas,
Y respira el amanecer.
Tu eres parte de la fuerza de tu vida ahora,
despiértate, lucha, camina, decídete y triunfarás en tu vida,
nunca pienses en la suerte
Porque la suerte es el pretexto de los fracasados

                                                             Pablo Neruda

martes, 21 de mayo de 2013

La asertividad

Desde hace un par de años tengo la oportunidad de dar algunas charlas en la Universidad de Las Palmas. Una de las últimas que dí fue sobre la Asertividad. ¿y eso qué es? 

Pues bien, la asertividad debería ser la forma en la que nos comunicáramos y comportáramos con las demás personas, de manera que expresáramos e hiciéramos lo que deseamos, pensamos, opinamos, sentimos... sin que esto suponga herir, agredir o faltar al respeto a los demás. Estaríamos hablando del punto de equilibrio entre el respeto a los demás, y el respeto propio.

Si consideramos los comportamientos que utilizamos para comunicarnos con los demás como en un contínuo tendríamos en el centro la asertividad, y en sus extremos estaría la conducta agresiva y la conducta inhibida. Ambas perjudiciales para uno mismo. 

Con la conducta agresiva impones tu opinión y tus deseos sobre los demás, no respetas a tu entorno y haces que se sientan inferiores o carentes de valor. Esto a la larga tendrá como consecuencia que esas personas se alejen de ti.

Con la conducta inhibida no expresas quién eres, qué quieres o qué piensas. Te sometes siempre a lo que otros digan o hagan. Esto hace mella en la autoestima, terminas no valorando tus opiniones, puesto que a nadie parece importarles. Si no la expresas, los demás la desconocen.

Pues bien, para ser una persona asertiva con los demás y con uno mismo, se deben conocer una serie de derechos, que pese a que pueden ir en contra de lo que nos han enseñado, ayudarán sobretodo a valorarse más a uno mismo, y a respetar a los que te rodean. Serían los siguientes: 


- Derecho al respeto y a la dignidad
- Derecho a tener sentimientos y opiniones y a expresarlos sin violar la dignidad de los demás (podemos estar cansados, atontados, enfadados, con deseos sexuales…)
- Derecho a decidir si nos comportamos según las expectativas y deseos de los otros o si actuamos según nuestros intereses, siempre que no violemos los ajenos
- Derecho a pedir, teniendo en cuenta el derecho del otro a decirnos no
- Derecho a rechazar peticiones sin sentirnos culpables
- Derecho a establecer nuestras prioridades y a tomar nuestras propias decisiones
- Derecho a rechazar peticiones sin sentirnos culpables
- Derecho a cambiar de opinión
- Derecho a decidir qué hacer con nuestras propiedades, nuestro cuerpo y tiempo
- Derecho a equivocarnos y ser responsables de nuestros errores
- Derecho a detenernos a pensar antes de actuar o tomar decisiones (derecho a poder pararte a pensar
- Derecho a pedir información o a decir “no lo entiendo”
- Derecho a reconocer y disfrutar los propios logros
- Derecho a sentirte a gusto contigo mismo independientemente de tus logros
- Derecho a obtener aquello por lo que se paga
- Derecho a escoger no comportarse de forma asertiva
- Derecho a estar solo cuando así lo escojas
- Derecho a no justificarme ante los demás
- Derecho y obligación de ser feliz

Muchos de estos derechos se contradicen con  las enseñanzas culturales que hemos recibido como pueden ser "no presumas de tus éxitos" " no molestes a los demás con tus cosas" "siempre debes hacer los favores que te pidan" " parecerás tonta si preguntas sobre algo que acaban de explicar"... Pero quizás deberíamos reflexionar si esas enseñanzas tan asumidas son beneficiosas para nosotros o nos dan un segundo lugar dentro de nuestras prioridades, haciendo que primero estén los demás y después uno mismo.

Al finalizar con la lista de los derechos asertivos alguien me preguntó ¿obligación de ser feliz? ¿Por qué? Mi respuesta automática fue: De todas las obligaciones que se nos pueden imponer en la vida, esta debería ser la única que tomáramos en serio. Porque sino, para qué estamos aquí.

Oblígate a SER FELIZ hoy, quizás mañana te salga solo y dentro de unos años te darás cuenta de que tu vida ha sido feliz y ha merecido la pena