lunes, 27 de mayo de 2013

Tu eres el resultado de tí mism@

La semana pasada veíamos a grandes rasgos en qué consiste ser una persona asertiva, y cómo el serlo ayudaba a respetarnos a nosotros mismos y a los demás.
Para respetarnos tenemos que querernos, tenemos que tener autoestima. Esto es algo dificil de conseguir, tener una buena autoestima parece una meta difícil de lograr. Para conseguirla debemos valorarnos, pero eso es imposible si no nos damos tiempo de conocernos y de aceptarnos.

Hoy toca reflexión, puesto que somos el resultado de nosotros mismos, debemos aceptarnos para cambiar lo que no nos guste y valorar lo que somos.


No culpes a nadie, nunca te quejes de nadie ni de nada,
porque fundamentalmente tú has hecho lo que querías con tu vida.

Acepta la dificultad de edificarte a ti mism@
y el valor de cuidarte del fracaso
para volver a empezar corrigiéndote.
El triunfo de la verdadera persona, surge de las cenizas del error.

Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte,
enfréntalas con valor y acéptalas
de una manera u otra son el resultado de tus actos,
y prueba que tú has de ganar.

No te amargues de tu propio fracaso, ni se lo cargues a otr@
acéptate ahora o seguirás justificándote como a un/a niñ@.
Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar,
y que ninguno es tan terrible para claudicar.

No olvides que la causa de tu presente es tu pasado,
así como la causa de tu futuro es tu presente.

Aprende de l@s fuertes, de l@s audaces,
de quienes no aceptan situaciones,
de quienes vivieron a pesar de todo,
piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo,
y tus problemas sin alimentarlos morirán.

Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande
que el más grande de los obstáculos
es el mirarte en el espejo de ti  mism@
Comienza a ser sincer@ contigo, reconociéndote a ti mism@
y serás libre y fuerte
y dejarás e ser un títere de las circunstancias,
porque ti mism@ eres tu destino,
y nadie puede sustituirte en la construcción de tu destino.

Levántate y mira el sol por las mañanas,
Y respira el amanecer.
Tu eres parte de la fuerza de tu vida ahora,
despiértate, lucha, camina, decídete y triunfarás en tu vida,
nunca pienses en la suerte
Porque la suerte es el pretexto de los fracasados

                                                             Pablo Neruda

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